El famoso inversor estadounidense Bill Gross, apodado el "rey de los bonos", predice que es probable que el mercado de valores caiga tan pronto como surjan vientos en contra.
Gross escribió en un tuit el lunes que en una confrontación entre el estallido de la inteligencia artificial y el impulso del mercado por un lado, y por otro lado, la desaceleración chino-estadounidense y la continuación de la curva negativa, el último lado pesará más.
Conocido como el "rey de los bonos", Gross cofundó el gigante de renta fija Pimco y administró su fondo de bonos insignia. Sus comentarios parecen contrarios a la intuición de los mercados en este momento, pero tienen mérito.
Los inversores están apostando fuertemente a que la IA aumentará la productividad e inflará las ganancias corporativas. Por lo tanto, están invirtiendo mucho en acciones que probablemente se beneficiarán de este auge, incluidas Nvidia, Microsoft, Alphabet, Tesla y Meta Platforms.
El repunte del mercado también refleja la mejora en el sentimiento económico, especialmente porque la inflación se ha reducido desde un máximo de 40 años, allanando el camino para que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés y evitar una recesión.
Por el contrario, la economía china creció solo 0,8% en los últimos tres meses, por debajo de los 2,2% del primer trimestre. La desaceleración sorprendió a los analistas que esperaban que el levantamiento de las restricciones pandémicas del país desencadenaría un rápido crecimiento.
En Estados Unidos también están sonando las alarmas, ya que el índice del Conference Board disminuyó por decimoquinto mes consecutivo, lo que plantea la posibilidad de una recesión en el horizonte, especialmente con más presión en el gasto de los consumidores, la erosión de sus ahorros y el declive en varios sectores importantes.
Todo esto se suma al indicador confiable de recesión, que está representado por la curva de rendimiento negativa, cuando el rendimiento de los bonos de corto plazo supera a su contraparte de largo plazo, lo que significa que los inversores esperan un gran recorte de la tasa de interés, que es algo que la Reserva Federal recurre para estimular la economía estancada.
